El contenido de este blogspot son ensayos, artículos, críticas u opiniones acerca del cine y del arte en general. Por favor, no mal-interpretar las intenciones: en el cine como en el arte no hay verdades absolutas, y lo que haya a continuación no es más que un punto de vista por momentos humilde, por momento pretenciosos. Para más info acerca de los objetivos de este espacio, por favor, remontrse a la primera nota.
"PRUEBA=NO ERROR"

Aclaración breve

Escribo poco y pausado...y mal...y todo es incorrecto...lo sé.
Pero como dije PRUEBA=NO ERROR. Estas cosas escritas no tienen finalidad especifica para uds. (¿acaso para mí sí?) Son más bien cadaveres exquisitos, cosas que escrivo de un saque, sin revisarlas demasiado...leanlas así. NO se indignen por lo aquí escrito, y se lo crean. Y mucho menos le rindan culto.O bueno, como gusten...

Vi 43 películas, y a nadie le importo (y me parece justo)...

Quiero hacer una apreciación personal sobre el último BAFICI, que por sobre todo es una reflexión cinéfila de un estudiante de cine o presunto realizador.
Siempre sentí una profunda depresión al llegar la hora de elegir las películas para ver. Sobre todo, porque es una elección casi siempre ciega, quiero decir, sin ningún pre-concepto dado que, cuando menos las películas en competencia, se trata de operas primas de jóvenes realizadores. Lo cual es una cualidad magnifica del festiva: ver operas primas mundiales, que dan cuenta de lo que está pasando a nivel mundial en tanto mirada, criterio y valor estético. Entonces, cada elección, cada tiempo que uno se toma para comer, fumar un cigarrillo, o ir al baño, irremediablemente significa perderse otras 10 películas, aproximadamente, y esto es el karma de cualquier cinéfilo.
Ahora bien, ¿porqué la cinefilia?
En el contexto de un festival como éste, la cinefilia se inscribe como la obligación de ver qué es lo que pasa, qué temas son los que plantean los de mi generación o por lo menos la inmediatamente anterior. No es por una cuestión estratégica, es decir: “si este tipo ganó y filmó esto de tal manera, yo lo voy a hacer igual, para ganar”.Desde ya esta idea forma parte de nuestros más oscuros deseos (“quiero ganar, quiero ser reconocido”, pero sin embargo no creo que ese sea el motivo principal por el cual vivimos esos 11 días alejados de todo.
La obligación para mi es simplemente un escaneo de la escena, sobre la cual elaboro un informe.
Y mi informe de este año es: las vanguardias no existen. Hay un discurso muy consolidado, que tiene sus fuertes raíces en la teoría y en las realizaciones que van del neorrealismo pero sobre todo de la Nouvelle Vague. Muchas de esas consignas hoy en día pierden consistencia por repetición y sobre-implementación. Lo absurdo está en seguir defendiendo ese tipo de cine como cine de vanguardia, cuando lo sería 30 o 40 años atrás, pero hoy es un discurso sobre la nada. Y es ahí donde se encuentra la falla. Por otra parte, también ha habido películas que tienen una mirada mucho más poética de la realidad, que no están dictadas por las páginas tiesas de un libro de filosofía o lenguaje cinematográfico, sino hechas bajo el designio de la sensibilidad pura y dura del director. Bueno es que se las haya sabido reconocer, eso habla bien de los jurados.
En lo personal destaco “Aquel querido mes de agosto” del portugués Miguel Gomes (ganadora de la Selección Oficial Internacional del festival), o “La Madre” de Gustavo Fontán, que si bien no gano ningún premio ha demostrado un manejo de un lenguaje propio, hipersensible y muy agradable de ver.
Creo que la renovación del cine viene por este lado: lograr una poesía visual, fruto de gran observación sensible del mundo que nos rodea.
En cierto punto uno puede decir, que esta premisa es neo-realista. Y de hecho, contradictoriamente a lo antes criticado, lo es. Pero no son las premisas, sino el modus operanti cinematográfico el que tiene que avanzar para que se pueda hablar de “vanguardia” nuevamente. Como decir, está todo dicho, no hay temas nuevos. La dificultad de hacer películas no es qué historias contar, sino cómo contarlas. El filtro de temas es a elección del director. Quiero decir el qué puede ser cualquier cosa, lo que sea que me interese a mí (realizador) para contar algo. El cómo tiene que ver con la formación profesional, de alguna manera. La dificultad está entonces en saber cómo vamos a filmar lo que queremos filmar. Y esa dificultad es la que nos determina como realizadores.

Un cinéfilo es un amante del cine, entonces un cinéfilo es aquella persona ve películas y que puede degustar de G, tanto como de W, como de T. Porque sabe ver más allá de las historias, cómo están resueltas. Luego es cuestión de gustos, ya que como espectadores hay cosas que nos gustan más que otras. Esa creo que es la diferencia entre un cinéfilo y un espectador común y corriente. Para un amante del cine es bueno, creo, también saber equilibrar los dos términos y no convertirnos en maquinas que no hacen más que analizar, o ver películas tan ingenuamente.
En lo personal, este BAFICI me ayudo a descubrir cuáles son las películas que me gustan, aquellas que me dejan “del orto”. Son aquellas que me hacen planteos desde lo personal, que ponen en jaque algún aspecto de mi vida, desde lo humano (como espectador-qué contar) o desde lo cinematográfico (como cinéfilo-cómo contar) y desde la suma de ambos (como realizador-qué y cómo).
Desde esta perspectiva, y vuelvo al tema “obligación”, creo que los 3 planteos van de la mano cuando queremos hacer cine. Saber equilibrar Pasión con Técnica. “Ver-pensar-hacer”